El atomismo es un paradigma filosófico nacido en la antigua Grecia, el cual considera que la realidad y el conjunto de la materia está compuesta de diferentes partículas reducibles en unidades cada vez más pequeñas hasta llegar a unas últimas partículas que no pueden reducirse ni dividirse más: los átomos. En la realidad, según este paradigma, sólo existen átomos y vacío.

Este paradigma es un concepto nacido en la filosofía y que posteriormente se ha explorado y empleado a nivel científico, siendo una de las principales bases de la química.

El atomismo da mayor importancia a los componentes por separado que al todo, considerando que el hecho de incorporar nuevos átomos no genera diferencias relevantes en los elementos que constituyen.

Existen diferentes tipos de atomismo clásico, divididos en 2 posturas concretas: el atomismo físico absoluto que considera que todo incluyendo la mente o conceptos como el alma o incluso Dios están configurados por átomos, y el atomismo relativo en el que la materia solo hace referencia a lo físico y corpóreo.

El atomismo como tal, ha evolucionado en pos de los avances científicos y los descubrimientos en relación a la configuración de la materia

Si bien lo que a día de hoy llamamos átomo puede no ser el concepto que proponían los griegos, no se puede descartar que se encuentre una partícula que no resulte divisible, si bien siempre existirá la duda de si con la suficiente tecnología y capacidad podríamos observar elementos más básicos.

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