Amón, El Oculto, fue un dios egipcio celeste, dios de la creación. Originariamente era el dios patrono de Tebas. Pero al convertirse esa ciudad en capital del Imperio Egipcio, Amón se elevó al rango de rey de los dioses. Su culto se extendió más allá de Egipto, por Asia y el interior de África.

Fue un dios del aire y de su poder invisible. Identificado con otros dioses como Ra o Min, se convirtió en dios solar, de la fertilidad y la fecundidad y en el creador del mundo y todos los seres. Los demás dioses eran considerados otros tantos aspectos de Amón

Amón-Ra fue una divinidad de la cultura tebana que lograría un crecimiento notable cuando la ciudad de Tebas, capital del imperio egipcio, pasó a ser la más importante del territorio. Luego de lograr la expulsión de los Hicsos, los tebanos lograron un poder determinante y amplio y que sentaría las bases para que la Dinastía XVII se asentase por varias décadas en el poder.

Físicamente se distinguía y se lo representaba por un tocado enorme compuesto por dos plumas separadas, mientras que su piel aparece con una coloración roja o azul. También, otra curiosidad alrededor de su representación es que en algunas ocasiones aparecía con la cabeza de un hombre corriente y en otras con la cabeza de un animal, ahora bien, en cualquiera de las dos siempre se encontraba presente el tocado de plumas.

En sus manos solía empuñar el cetro uas y la anj, o cruz egipcia, también conocida como la llave de la vida.

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