La combinada nórdica es un deporte de invierno que consiste en una combinación de dos pruebas: una de saltos en esquí, realizados desde un trampolín, y otra de esquí de fondo (también llamado esquí a campo traviesa).

La combinada nórdica consiste en realizar salto de esquí y posteriormente competir en esquí de fondo (estilo libre). El acomodo depende de la puntuación obtenida en la primera prueba de salto.

En la competición individual (también llamada «gundersen») el primer día se celebran los saltos desde el trampolín de 90 metros. Cada participante realiza dos, sumándose la puntuación de ambos. Al día siguiente se celebra la prueba de esquí de fondo sobre 15 km en estilo libre.

Los orígenes de la combinada nórdica nacen tras la utilización de esquís para la recolección de leña durante el fuerte invierno que cubría de nieve la zona nórdica principalmente. Además, los esquís servían como medio de transporte para mantener el contacto social entre las comunidades pequeñas y aisladas en épocas heladas.

Históricamente, los noruegos han dominado la disciplina (misma que ha aparecido desde los primeros Juegos Olímpicos de Invierno en 1924). Fue hasta 1960 cuando se rompió la hegemonía de Noruega gracias al alemán Georg Thoma, quien ganó el oro en Squaw Valley.

Actualmente algunas de las principales potencias de este deporte son Noruega, Finlandia, Alemania, Austria y Suiza.

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