La estela de Raimondi es un monolito que fue elaborado por la cultura chavín, una civilización prehistórica que se desarrolló entre 1500 a.C. y 300 a.C. en Los Andes peruanos. Se cree que la estela de Raimondi era considerada un objeto sagrado para este pueblo. También es un objeto muy valioso para los estudiosos modernos, por cuanto es un ejemplo importante de ese arte.

La cultura chavín debe su nombre al sitio arqueológico de Chavín de Huántar. Este está ubicado en Huari, una provincia en el departamento peruano de Ancash. Se cree que el sitio sirvió como un lugar ceremonial y religioso para el mundo andino.

En 1860, Antonio Raimondi estaba investigando el sitio arqueológico que en la actualidad se conoce como Chavín. Allí fue abordado por un campesino de nombre Timoteo Espinoza, nativo del lugar quien la había descubierto veinte años atrás cuando removía la tierra en un campo muy cerca al Templo.

Representa una figura de culto llamada Dios de los Báculos. Esta representación aparece en varias versiones desde Colombia hasta el norte de Bolivia, pero siempre tiene un báculo. En cuanto a sus dimensiones, mide 1.98 cm de alto, 74 cm de ancho y 17 cm de grosor. Esta escultura pétrea es una losa de granito con forma rectangular. En comparación con anteriores relieves, es más elaborado y complejo.

Algunos expertos consideran que representa la expresión culminante de la dualidad. Entre otros, se pueden ver dos cabezas de jaguar justo encima de los codos de la deidad.

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