Giovanni Pierluigi de Palestrina (1525-1594) este compositor italiano con su Misa del Papa Marcelo, devolvió a la música toda su pureza y todo su sentido.

Su música, prácticamente toda ella de carácter sacro y a cappella, sin acompañamiento instrumental de ningún tipo, se distingue por su belleza desnuda, su profunda y serena espiritualidad y su severidad constructiva.

No fue un autor innovador como su contemporáneo Lasso, sino más bien un tradicionalista que, a partir de los procedimientos y las técnicas usados antes que él, llevó a su culminación más perfecta y ortodoxa un arte que tenía sus raíces en la Edad Media, de tal manera que su obra representa el paradigma de tal proceder.

Fue un compositor prolífico en el que cantidad y calidad no están reñidas. Su catálogo integra 104 misas de cuatro a ocho voces, cerca de 400 motetes, 66 ofertorios, 35 magníficats y 65 himnos, además de madrigales sacros y profanos, salmos y lamentaciones.

La Misa del Papa Marcelo es una misa, su obra más conocida y la más a menudo interpretada, y es frecuentemente enseñada en cursos universitarios. Fue cantada en la liturgia de las coronaciones papales hasta 1963.

La misa fue compuesta en honor del papa Marcelo II, quién reinó tres semanas en 1555. Al igual que en muchas obras, las voces se mueven principalmente en un movimiento paso a paso, y la voz principal sigue estrictamente las reglas de los modos diatónicos.

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