El Castillo de Buda es uno de los símbolos indiscutibles de Budapest. Domina la ciudad desde lo alto, en la cima de la colina Várhegy y regala magníficas vistas.

Se eleva sobre la ciudad de Budapest. El castillo ha tenido desde siempre una historia tumultuosa, que refleja los períodos históricos de altos y bajos de Hungría.

Hoy en día el castillo, llamado Palacio Real, alberga una serie de instituciones culturales, incluyendo dos museos: la Galería Nacional y el Museo de Historia de Budapest.

Una primera fortificación rudimentaria data del siglo XIII. Después de que las tribus mongoles invadieran Hungría, el Rey Béla IV decidió construir un refugio rodeado de paredes.

De esta primera construcción no queda hoy ningún rastro. Durante el renacimiento, el castillo, a instancias del Rey Matías, sufrió cambios para adaptarse al estilo de la época.

Cuando Budapest sufrió la invasión turca entre 1541 y 1686, el complejo terminó por ser derruido. Se debió esperar a los Habsburgo para que la ciudad tuviera un nuevo palacio, construido entre 1714 y 1723 en estilo barroco.

La estructura principal del Castillo, aparece más bien austera en comparación con sus versiones anteriores; los interiores en cambio han mantenido la abundancia de adornos y suntuosidad, típico de los siglos pasados.

A pesar de su historia hecha de continuas destrucciones y reconstrucciones, el castillo sigue siendo un impresionante complejo con vistas al Danubio por cerca de unos 300 metros.

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