Para ser la segunda ciudad más importante de la civilización superviviente más antigua del mundo, Shanghái resulta sorprendentemente nueva. Llamada el “París del Este” (denominación que comparte con la ciudad de Budapest, capital de Hungría) ostenta una gran cantidad de atracciones, donde las antiguas costumbres y tradiciones se mezclan con una mirada al futuro.

Cuenta con monumentos como el Bund (una zona de edificios situados a orillas del río Huangpu), el Templo del Dios de la Ciudad, los rascacielos del Pudong, y es un centro cosmopolita de la cultura y el diseño.

Situada en China del Este, Shanghái yace en el delta del río Yangtsé, centrada en la costa del mar de la China Oriental. Es la ciudad más poblada de China y una de las más pobladas del mundo con más de 24 millones de habitantes.

Con las reformas económicas durante la década de 1990, Shanghái experimentó un espectacular crecimiento financiero y turístico, siendo sede de numerosas empresas multinacionales y vanguardistas rascacielos. Actualmente es el mayor puerto del mundo por volumen de mercancías, y es considerada la capital económica de China.

Shanghái también ha sido un centro político crucial de China desde el siglo XX. El primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China se celebró allí. Además, muchos de los altos funcionarios del gobierno de China en Pekín, son conocidos por haber ascendido en Shanghái en los 1980 de una plataforma crítica al radicalismo de la Revolución Cultural.

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