Un superfluido es un fluido cuya viscosidad es cero. Se trata de una forma de estado fluido en la que es posible el flujo de la materia sin la más mínima pérdida de energía cinética. A este tipo de estado se lo denomina superfluidez.

La viscosidad se refiere a la resistencia que poseen algunos líquidos durante su fluidez y deformación. Mientras más resistencia posee un líquido para fluir y deformarse, más viscoso es.

Habrá mayor o menor viscosidad según la resistencia que hagan las moléculas o las partículas que conforman un líquido al momento de separarse o deformarse. A mayor fuerza de adherencia de las moléculas, mayor viscosidad.

Ejemplos de viscosidad lo son la miel, los lubricantes de vehículos o el champú son líquidos viscosos, esto se observa porque se mueven con dificultad y no se derraman fácilmente.

Una de las propiedades más destacadas del superfluido es el efecto de deslizamiento. Cuando un fluido es colocado en un recipiente, el fluido sube por las paredes, formando una capa, cuyo espesor y altura dependen fundamentalmente de la viscosidad.

En diversas investigaciones la superfluidez se ha observado en los isótopos helio-3 y helio-4, una vez se enfrían a temperaturas cercanas a 0 °C. Si se coloca un elemento en este estado en un circuito cerrado, éste fluiría eternamente sin fricción.

Este estado fue descubierto en 1937 por Piotr Kapitsa, John F. Allen y Don Misener.

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