Marlon Brando (1924-2004) descubrió los encantos de la Polinesia Francesa durante el rodaje de «Rebelión a bordo» (1962). Una de las protagonistas era Tarita Teriipia, que pronto se convertiría en su tercera esposa.

Unos años más tarde, en 1966, Brando compró Tetiaroa, una pequeña isla situada a 42 km al norte de Tahití. Parece que le costó 200 000 dólares de la época (más de un millón y medio de dólares en 2020).

Tetiaroa era el refugio de Brando, allí escapaba de Hollywood con sus amigos y familiares. Siempre fue su pequeño tesoro, su pequeño secreto. «No puedo explicar con palabras la belleza de este paraje», decía.

Tras su muerte en 2004, el atolón pasó a ser propiedad de su hijo Teihotu Brando, excepto dos hectáreas cedidas a su amigo Michael Jackson.

A 10 años de la muerte del actor, en 2014, se inauguró The Brando, un complejo turístico de lujo en la isla, que está abierto al público.

Marlon Brando se hizo mundialmente conocido en la década de 1950 por sus intervenciones en películas como Un tranvía llamado Deseo (1951), Viva Zapata! (1952), Julio César y On the Waterfront (1954), entre otras.

Posteriormente, su trabajo en el cine comenzó a ser más esporádico, si bien recuperó pujanza con filmes hoy míticos como El padrino, El último tango en París (1972) y Apocalypse Now (1979). Su breve papel en Superman (1978) fue muy comentado por los 4 millones de dólares que cobró por diez minutos de aparición en pantalla.

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