Auguste Marie Louis Nicolás y Louis Jean Lumière fueron los padres de una maravilla técnica que revolucionó el siglo XX. Tomando como idea el kinetoscopio, que fue un hito del XIX, crearon un aparato que servía como cámara y como proyector: el cinematógrafo.

Enviaron equipos a diversas partes del mundo para retratar todo tipo de imágenes y situaciones, uno de ellos acabó en Sevilla. El catálogo de la empresa de Lumière creció hasta incluir unos 1200 títulos que estaban disponibles para su compra y se proyectaban en muchos países.

Los hermanos Lumière, los inventores del cinematógrafo en 1896, viajaron dos años después de crear su instrumento más célebre a Sevilla, con el fin de plasmar los pasos de Semana Santa. El resultado es sorprendente por su ejecución para la época, pero sobre todo por el legado de costumbres sociales y cofrades que quedaron inmortalizadas para siempre.

En la grabación realizada en 1898 puede verse la procesión del Cristo de las Penas de la Hermandad de La Estrella de Sevilla. Además se retratan numerosos sucesos curiosos, como el instante en el que un policía aparta a los niños de paso.

Las películas que grababan los hermanos Lumière con su cinematógrafo solían remitir a escenas de la vida cotidiana de finales del siglo XIX.

También rodaron una corrida de toros en ese mismo viaje a Sevilla, contribuyendo a la internacionalización de la cultura y el folclore español.

Más información: www.ideal.es