El ácido bórico se utilizó por primera vez en los Estados Unidos (1948), como insecticida, para el control de cucarachas, termitas, hormigas, pulgas, pececillos de plata, y muchos otros insectos.

En combinación con su uso como insecticida, el ácido bórico también previene y destruye la podredumbre húmeda y seca existente en las maderas. Se puede utilizar en combinación con un portador de glicol de etileno para tratar la madera exterior contra el ataque de hongos e insectos.

Es posible comprar borato impregnado con varillas para la inserción en madera a través de agujeros de perforación donde se sabe que hay humedad acumulada.

Está disponible en forma de gel y pasta inyectable para el tratamiento de la putrefacción de la madera afectada sin la necesidad de reemplazar la madera. Pueden usarse tratamientos de base de concentrados de borato para prevenir la proliferación de moho, algas y micelio, incluso en ambientes marinos.

Por su parte, las termitas se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, que degradan gracias a la acción de los protozoos de su sistema digestivo, con los que viven en simbiosis.

Prefieren los tipos de madera seca y dura. Se hallan en ambientes naturales y en zonas urbanas donde se maneja la madera para fines comerciales.

Resisten largos períodos sin agua y pueden llegar a ser invasoras. Es común que aparezcan en hogares y edificios, destruyendo parte de los inmuebles y convirtiéndose en plagas, atravesando hasta el hormigón.

Más información: es.wikipedia.org