El túnel subfluvial Uranga - Silvestre Begnis, tiene una longitud de casi 3 kilómetros y vincula la ciudad de Paraná, Entre Ríos con la ciudad de Santa Fe, Santa Fe bajo el lecho del Río Paraná conectando así ambas capitales provinciales. Fue construido con 37 tubos cilíndricos de hormigón armado de 65 metros de largo, 10 metros de diámetro y 4.500 toneladas de peso cada uno, con paredes de 50 centímetros de espesor. Los segmentos, acoplados entre sí, descansan sobre el lecho del río, que en esa zona alcanza hasta los 32 metros de profundidad.

Fue construido por la empresa alemana Hotchief AG trabajando en la misma 2000 obreros. Se empleó tecnología láser para alinear los tubos fabricados en un dique seco y luego remolcados por un barco isla hasta el surco que se iba dragando donde un equipo de buzos los encastró y se depositó arena para aislarlos del agua.

Se inauguró el 13 de diciembre de 1969 y antes de su construcción el cruce se hacía en balsa. Está administrado y mantenido por un ente bi-provincial.

Diariamente lo atraviesan 12.000 automotores, 30.000 personas lo visitan anualmente, 200 empleados trabajan en el mismo, habilitado las 24 horas del día durante todo el año.

Es el único túnel subfluvial del mundo construido bajo un río de llanura, siendo el lecho del mismo propiedad de ambas provincias, y realizado ante la negativa del estado nacional. Se convirtió en el primer enlace vial que vinculó la mesopotamia argentina con el resto del país.

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