Algunas especies de hormigas realizan razias para capturar esclavos de otras especies de Formica y aumentar la fuerza de su propia colonia; en ciertos casos los esclavos forman estructuras sociales permanentes y la especie dominante se vuelve dependiente. Los esclavos pueden ser larvas robadas de otra especie o adultos que son manipulados para creer que su reina es de la misma especie.

La cría (descendencia) es invaluable para la supervivencia de las colonias de insectos sociales y el robo de cría está bien documentado en las hormigas en la mayoría de las especies, la cría robada actúa como esclava en la colonia de ladrones, ya que asume tareas relacionadas con la alimentación, la defensa y el mantenimiento de la colonia.

El robo de crías es bien conocido en las hormigas y se ha documentado en tres contextos diferentes: obtención de nutrición, aumento de la mano de obra y supervivencia de las colonias. El robo de cría en los dos primeros casos es en su mayoría interespecífico (entre especies). Mientras que el robo en el caso del último es intraespecífico (de la misma especie).

La obtención de crías heteroespecíficas para el consumo se encuentra principalmente en las hormigas armadas. El robo con el fin de criarlos para la esclavitud se denomina "esclavitud" o "dulosis". Las incursiones de cría se ven en varios géneros de hormigas como "Cerapachys" y "Sphinctomyrmex". Estas hormigas atacan principalmente a las crías de diferentes especies.

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