El desigual calentamiento que el sol ejerce sobre distintas zonas de la tierra hace que masas de aire con distintas temperaturas se muevan tratando de encontrar una situación de equilibrio. Esta desigualdad en la distribución térmica crea una circulación a gran escala, la circulación general del aire.

La línea del ecuador es la zona más cálida de la tierra, es una zona de baja presión, el aire más caliente asciende hasta llegar a la troposfera, donde no puede seguir ascendiendo y comienza a enfriarse de una forma gradual mientras se desplaza en dirección a los polos. Al llegar esta masa de aire a una altura aproximada a los 30° de latitud norte (lo mismo ocurre en el hemisferio sur), se ha ido enfriando lo suficiente en su camino y comienza a descender hacia la superficie de la tierra. Una parte de este aire vuelve a calentarse y vuelve a ascender para proseguir su camino hacia los polos, la otra parte de esta masa de aire retrocede de nuevo sobre la superficie de la tierra en dirección a la baja presión del ecuador. Este movimiento de aire, desde los 30° de latitud en dirección al ecuador, forma lo que llamamos los vientos alisios. A esta célula de circulación cerrada de viento que va entre los 0° y los 30° tanto en las latitudes norte como en las latitudes sur, lo llamamos celda de Hadley. Sobre estas zonas se suelen situar anticiclones permanentes con tiempo seco y despejado. En la tierra estas zonas dan lugar a grandes desiertos como el Sahara o el Kalahari.

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