Para Epicuro, la amistad es el más precioso de los bienes de la sabiduría y la forma de hacernos recíprocamente felices. Según Diógenes Laercio, los amigos del propio Epicuro "no se podían contar sino por ciudades enteras". La expansión de sus seguidores se dio por toda Grecia, Asia Menor, Egipto e Italia. En su monumento del siglo II d.C., se lee la siguiente inscripción de raigambre epicúrea: "Las varias divisiones de la tierra dan a cada pueblo una tierra distinta. Pero el mundo habitado ofrece a todos sus hombres capaces de amistad una sola casa común: la Tierra"

Epicuro nació hacia el año 341 a.C. en Samos, una colonia de Atenas. Su padre fue maestro y el joven Epicuro estudió filosofía desde muy niño. A los 32 años se trasladó a Mitilene donde fundó su primera escuela conocida como "El Jardín". Años más tarde, se traslada a Atenas, desde donde se produciría la enorme expansión de su escuela.

En vida fue injuriado y perseguido por motivos religiosos, sobre todo por los estoicos cuya doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Su objetivo era alcanzar la felicidad y la sabiduría prescindiendo de los bienes materiales.

Murió de cálculos renales a los 72 años; según Hermipo, hizo que lo metieran en una tina de bronce con agua caliente y se dedicó a beber vino y charlar, hasta que le llegó la hora.

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