Arabia Saudita esconde una maravilla, hecha por el hombre, en medio del desierto. Llamada la capital de los monumentos, esta antiquísima ciudad fue tallada sobra la roca arenisca. La Unesco declaró a este asentamiento, Mada’in Saleh, patrimonio de la humanidad en el año 2008. Este fue el primer sitio en Arabia Saudita en obtener este reconocimiento.

En el pasado esta ciudad era un punto de encuentro de varias civilizaciones, ya que ésta era la ruta comercial entre la península arábiga y el mediterráneo. Es por esta razón que este lugar tuvo un encuentro cultural muy fuerte. Esto se puede ver reflejado en su arquitectura que tiene influencia egipcia, fenicia y helenística.

Mada’in Saleh se encuentra al noroeste del país. Aquí se asentó la antigua civilización de nabatea alrededor del segundo siglo a. C. Ellos llegaron a tener las técnicas hidráulicas más avanzadas para la época. Esta misma cultura se asentó en Petra, Jordania. Es por esta razón que las 2 ciudades tienen tantas similitudes.

Posee medio centenar de inscripciones del periodo prenabateo y algunas pinturas rupestres. Constituye un testimonio excepcional de la civilización nabatea. Sus pozos y sus 131 sepulturas monumentales, entre las que figuran 94 ornamentadas, son una muestra excepcional de las realizaciones arquitectónicas de los nabateos y de su dominio de las técnicas hidráulicas. Y después de Petra la ciudad nabatea es la más importante del planeta.

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