La Sagrada Familia es el monumento más conocido y característico de Barcelona. Como máximo exponente de la arquitectura modernista creada por Gaudí, miles de turistas acuden cada día a contemplar el curioso aunque inacabado templo.

La construcción comenzó en 1882 con un estilo neogótico. Un año después el proyecto fue puesto en manos de Gaudí, quien lo replanteó por completo. Gaudí diseñó un templo excepcional e innovador que iba a estar compuesto por 18 torres, aunque finalmente sólo tuvo tiempo de crear una de ellas antes de su muerte.

Gaudí falleció en 1926 dejando inacabado el proyecto que ocupó los últimos años de su vida pero, gracias a los planos que se conservan, su sueño se hace realidad poco a poco gracias al trabajo de otros artistas y al dinero obtenido a partir de las donaciones y las visitas.

Hasta el momento han sido erigidas 8 de las 18 torres diseñadas por Gaudí. El arquitecto decidió que doce de ellas fueran dedicadas a los Apóstoles, cuatro a los Evangelistas, una a María y otra a Jesús. Cada una de ellas estará dotada de diferente altura en función de la jerarquía religiosa que representan.

Para diseñar el interior, se inspiró en las formas de la naturaleza, creando columnas con forma de tronco de árbol que convierten el interior del templo en un enorme bosque de piedra.

Desde sus inicios la basílica ha sido un templo expiatorio, es decir, construido a partir de donaciones. Es por esto que la fecha de finalización podría estar aún bastante lejos.

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