El Palacio de Dolmabahçe, que fue encargado por el sultán Abdül Mecit en 1843. El sitio que ocupa el palacio fue originariamente una bahía del Bósforo, en la ciudad de Estambul, Turquía.

Esta bahía se utilizó para el anclaje de la flota otomana. A partir del siglo XVIII, la bahía se fue rellenando gradualmente hasta convertirse en un jardín, la gente se refería a ella como Dolmabahçe, que literalmente significa jardín relleno.

La construcción se inició en 1843 y se terminó en 1856. El resultado es un palacio de dos plantas, con una superficie de 45.000 m², con 285 habitaciones, 44 salas, 68 aseos y 6 baños (hamam). El diseño es una mezcla de arte y cultura barroco, rococó, neoclásico y tradicional otomano. Se utilizaron catorce toneladas de oro para dorar los techos. También tiene la colección más grande de candelabros de cristal de Bohemia y Baccarat del mundo. El precio de todo esto: la asombrosa cantidad de cinco millones de monedas de oro otomanas, el equivalente actual a 35 toneladas de oro.

Para la decoración se utilizaron piedras caras como el mármol de Mármara, el alabastro egipcio también conocido como mármol ónix y el pórfido de Pérgamo.

El palacio incluye una gran cantidad de alfombras del palacio de Hereke hechas por la Fábrica Imperial de Hereke. También se incluyen alfombras de piel de oso de 150 años que originalmente el Zar Nicolás I le regaló al sultán. En el palacio se exhibe una colección de 202 pinturas al óleo.

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