Ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, Argentina, el monte Fitz Roy se impone con sus enormes y milenarias dagas de roca a la vista de todos aquellos que recorren largos kilómetros para poder apreciar su majestuosidad y escalarlo.

Entre pinceladas blancas, grises y azules, el monte fue nombrado por los tehuelches como Chaltén, que significa “montaña humeante”, debido a que creían que se encontraban frente a la presencia de un volcán.

Sin embargo, años después, el monte fue bautizado por Francisco Moreno, un perito argentino de la Comisión de Límites, como monte Fitz Roy, en honor al capitán del Beagle, Robert Fitz Roy.

El monte, de 3 405 msnm, se impone entre bosques subantárticos, glaciares y un gran número de especies endémicas; además, está entre los favoritos para practicar trekking. Como una de las grandes manifestaciones de la Patagonia, el monte Fitz Roy anualmente recibe a miles de turistas y escaladores que se dirigen a este lugar para disfrutar del paisaje.

Los primeros intentos por escalarlo se remontan a 1936 y 1937, sin embargo, fue una expedición francesa la primera en llegar la cumbre en el año 1952. No obstante, a principios del año 2019, por primera vez un escalador norteamericano logró subir y bajar el monte sin ninguna ayuda de soga o mochila.

En la zona se pueden encontrar diversa flora y fauna, como el zorrino patagónico, carpintero patagónico, chingolo, flora del ecotono, cipreses de las Guaitecas, entre otras.

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