La Afrodita de Milo (en griego, Αφροδίτη της Μήλου), más conocida como Venus de Milo, es una de las estatuas más representativas del período helenístico de la escultura griega, y una de las más famosas esculturas de la antigua Grecia. Fue creada en algún momento entre los años 130 a. C. y 100 a. C., y se cree que representa a Afrodita (denominada Venus en la mitología romana), diosa del amor y la belleza;​ mide, aproximadamente, 211 cm de alto.

Actualmente, la Venus de Milo se encuentra en París en el famoso museo de Louvre, donde millones de turistas la visitan cada año y se deleitan con sus contorneadas formas, las que han sido imitadas a lo largo de la historia por muchos y destacados artistas del mundo. La estatua reside en dicho museo, ya que el Rey Luis XVIII, tras encargar su restauración decidió entregarla allí para su exposición al público.

La Venus de Milo es una estatua de una mujer de busto redondeado que aparece semidesnuda. Esta estatua se caracteriza por mostrar una figura de movimiento serpenteado y expresión clásica en el rostro, aspectos típicos de las obras helenísticas. Lo único que cubre el cuerpo de la Venus es un manto que, cayendo entre sus piernas, tapa su zona púbica.

Una de las particularidades de esta escultura es que no tiene brazos, lo que se explica, porque en algún momento de su historia, éstos se habrían roto. Sin embargo, son muchos los mitos que se han creado en torno a los brazos y su destino, estimulando la imaginación de muchos.

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