Durante la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, los mitílidos eran servidos normalmente en las cenas, esto fue debido a la falta de carne roja por el racionamiento de alimentos durante la guerra.

Conocidos como mejillones o choros, son una familia de moluscos bivalvos de gran interés económico y gastronómico, formando parte de muchos platos típicos en diferentes países.

Vive formando comunidades numerosas en grandes zonas de roca a las que se adhieren mediante los filamentos del biso que se encuentran en su pie, a poca profundidad en la zona de mareas con mucha materia orgánica en suspensión, en las costas de todo el mundo.

Se alimenta del fitoplancton y zooplancton, e incluso de partículas orgánicas en descomposición, que se encuentra en el agua del mar, mediante la filtración de la misma a través de sus branquias.

La capacidad de filtración de los mejillones es enorme, bombeando hasta 8 litros por hora.

Las valvas están unidas en el exterior por un ligamento, y se cierran cuando es necesario gracias a unos potentes músculos internos.

La concha de los mejillones desempeña varias funciones, desde el soporte para los tejidos blandos hasta la protección contra los depredadores y la desecación. Está compuesta por tres capas.

Contienen grandes propiedades como complejo B, vitamina C, ácido fólico, hierro y fósforo, potasio, sodio, yodo, magnesio y selenio, además de ácido fólico y vitamina B1, lo que lo convierte en un alimento ideal para prevenir la anemia.

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