La noche del 1 de julio del 2002, el controlador danés Peter Nielsen, se encontraba frente a dos pantallas de radar, cubriendo el descanso de su compañero que se había retirado por unos momentos de las labores del control en el espacio aéreo suizo.

La decisión ocasionó la falta de atención y capacidad de respuesta de Nielsen, al estar observando y controlando dos estaciones de radar al mismo tiempo. En ese momento, el poder de los motores de un Tupolev TU-154M matricula RA-85816 de la aerolínea Bashkirian Airlines iniciaba así, el vuelo chárter 2937; se encontraban en ascenso inicial luego de despegar del Aeropuerto Internacional de Domodedovo, en Moscú, Rusia.

En un hecho inevitable, otra aeronave, un Boeing 757-200 matrícula A9C-DHL de la aerolínea carguera DHL, salía del Aeropuerto Bergamo, en Italia, cubriendo el vuelo 611. La tripulación estaba conformada el capitán Paul Phillips y el primer oficial Brant Campiono quienes se dirigían hacia el Aeropuerto de Bruselas, en Bélgica

Las confusiones, el tiempo, la velocidad, la falta de capacidad resolutiva y conocimientos sobre el sistema TCAS (Sistema de alerta de tráfico y evasión de colisión) hizo, entre otras tantas más, que las aeronaves colisionaran en ruta a las 21:35 (GMT).

La tragedia cobró las vidas de 71 personas, entre niños, adultos y la tripulación de las naves. No hubo supervivientes. Se estima que restos del avión de carga cayeron en el sector norte del lago Constanza, donde hubo una afanosa búsqueda.

Más información: es.wikipedia.org