Libia es un país situado en el norte de África. La mayor parte del país se encuentra en el desierto del Sahara, y gran parte de su población se concentra a lo largo de la costa y su interior inmediato, donde se encuentran Trípoli (Ṭarābulus), la capital de facto, y Bengasi (Banghāzī), otra ciudad importante.

El Desierto de Libia, que se enmarca dentro del Sahara, ocupa todo el sur del país y se extiende hasta Egipto y Sudán. Es una de las zonas más inhóspitas del planeta.

El clima de Libia está dominado por el árido y caluroso Sáhara, pero se modera a lo largo del litoral costero por el mar Mediterráneo. La influencia sahariana es mayor en verano.

No hay ríos permanentes en Libia. Hay numerosos wadis o ríos secos que provocan súbitas inundaciones cuando llueve, pero se secan rápidamente.

Antes del descubrimiento de petróleo a finales de la década de 1950, Libia se consideraba pobre en recursos naturales y gravemente limitada por su entorno desértico. El país dependía casi por completo de la ayuda exterior y de las importaciones para el mantenimiento de su economía; el descubrimiento del petróleo cambió radicalmente esta situación.

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