Bautismo significa lavar o sumergir y es un rito central en el cristianismo. Está asociado con el uso del agua y representa la adopción y admisión a dicha religión. En las vertientes católicas, ortodoxas y anglicanas del cristianismo, el bautismo es considerado un sacramento, es decir, un acto a partir del cual el creyente manifiesta públicamente su relación con Dios.

Existen tres formas de administrar el bautismo. La primera de ella es por inmersión, que hace referencia a la forma primitiva del bautismo y consiste en sumergir a la persona bautizada en agua. Esta forma es comúnmente utilizada por las iglesias protestantes como las bautistas y evangélicas. La segunda es por ablución o derramamiento, que consiste en derramar agua sobre la cabeza del bautizado. Generalmente se aplica en niños y es utilizada en el catolicismo. Finalmente, el bautismo por aspersión, que consiste en salpicar con agua al bautizado cuando, por alguna razón, no se puede realizar por ablución.

Si bien las distintas variaciones del cristianismo coinciden en la utilización de agua para el bautismo, tienen una diferencia teológica en cuanto a la invocación de la Trinidad (o no) al momento de bautizar. Para la iglesia ortodoxa y católica, es sujeto bautizado recibe la bendición en el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; mientras que las iglesias fundamentalistas se centran en los datos proporcionados por el Nuevo Testamento, aplicando únicamente la fórmula. "en el Nombre de Jesús"

Más información: es.wikipedia.org