Las bebidas alcohólicas se clasifican en 4 clases:

- Fermentadas: este tipo de bebidas se consiguen a través de un proceso de fermentación donde el azúcar de la fruta, del trigo o la cebada se transforma en alcohol gracias a la acción de microorganismos como levaduras. A la hora de preparar el vino, las levaduras capaces de la fermentación son hongos minúsculos que se alojan en la misma fruta y desencadenan la reacción que dura unos diez días. Además del vino, están : el champán, la cerveza.

- Destiladas: conocidas como “aguardiente”. Se basa en hervir jugos previamente fermentados para separar el alcohol del agua y conseguir una mejor graduación alcohólica (de 16° a 45°).

Las más conocidas son: whisky, vodka, tequila, ron, ginebra, pisco, brandy, coñac.

- Fortificadas o generosas: se producen de las bebidas naturales a las que se les agrega alcohol. Tienen doble origen alcohólico: el que se obtiene del proceso natural de fermentación y el que se le añade en el proceso de destilación.

La finalidad de fortificar las bebidas es aumentar la graduación alcohólica por lo general tienen entre 15-25°. Algunas bebidas son los vinos como el Oporto, el Jerez y el Madeira.

- Licores y cremas: se obtienen desde la mezcla de frutas y azúcares con alcohol o crema de la leche. La elaboración de esta bebida suele variar según la zona geográfica, también cambia el grado de alcohol y los niveles de azúcar.

El principal protagonista es el sabor de la fruta o la especie macerada.

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