La ensalada césar nació en Tijuana, México en 1926, en la ciudad de Tijuana. Fue creación de un inmigrante italiano, Cardini, que la creó a base de restos de comida. Un buen día, Cardini, quiso invitar a unos amigos a comer pero no tenía prácticamente nada que ofrecerles. Los amigos le dijeron que no se preocupara y que con un aperitivo bastaba. Básicamente utilizó unos sobrantes de comida, lechuga, en trozos pequeños para hacerlo rendir y colocado en un tazón.

Dos formas de preparar la mítica ensalada tienen en común los ingredientes, la lechuga, las anchoas o el ajo. Lo diferente es el trato y algún añadido.

La forma tradicional, la lechuga ya cortada en forma de barca, se baña con los ingredientes, el ajo con anchoas y aceite, la salsa inglesa, el vinagre de manzana, el limón mexicano, los trozos de pan tostado y el queso parmesano.

La nueva ensalada comienza con una base de ajo, anchoas y aceite de oliva, a la que se incorporan el jugo de limones mexicanos, vinagre de manzana, salsa inglesa, mostaza, queso parmesano, la yema de un par de huevos, pimienta y sal.

A este caldo se le añaden los trozos de pan secado en horno y sólo al final se incorpora la lechuga, previamente desinfectada, cortada en forma de barca y refrigerada para defender su frescura.

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