El ámbar, árabe o succino (del latín succinum) es resina fosilizada de origen vegetal, proveniente principalmente de restos de coníferas y algunas angiospermas. Etimológicamente su nombre proviene del árabe significando "lo que flota en el mar", ya que éste flota sobre el agua del mar, aunque originalmente se refería al ámbar gris. Es de color marrón claro normalmente, aunque existen variedades amarillas, tono miel y verdosas. Está considerada como piedra semipreciosa.

En Europa, el ámbar se forma a partir de la resina del Pinus succinifera, en tanto que en América proviene de la leguminosa Hymenaea courbaril, conocida en Chiapas (México) como Guapinol, y en Nicaragua, Cuba y República Dominicana como algarrobo, perteneciente al período geológico terciario.

Los colores del ámbar son muy variados: amarillo (el más común), naranja (coñac), rojo (cherry), blanco, café (cajeta), verde azulado y "negro" o musgo (tonos oscuros de otros colores), que son menos frecuentes que el amarillo. De estos colores se desprende una amplia gama de tonalidades.

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