Los jumiles son unos insectos, también conocidos como chinches de monte. Su nombre náhualtl es xotlimilli, y la ciencia los conoce como Atisis taxcoensis. Se les encuentra en las hojas de los encinos, árbol del cual se alimentan, de donde les proviene un intenso sabor que recuerda a la canela. Ese olor y sabor es lo que los ha hecho famoso.

Son originarios del cerro de Huixteco, a 6 km del pueblo mágico de Taxco, Guerrero (México), el cual es un lugar turístico. Miden menos de un cm (las hembras son más grandes que los machos). La temporada de jumiles empieza en octubre, en ocasiones son molidos con jitomate y cebolla o asados con sal y limón. También se utilizan para condimentar la carne de res y cerdo.

Mucha gente suele comerlos crudos, o incluso vivos, pues ellos mismos proporcionan una sustancia que adormece la lengua o el aparato digestivo que produce la pérdida de apetito.

Pueden prepararse en guisados, y comerse en tacos con guacomole. Se venden en los mercados de los estados de Morelos y Guerrero. Se venden vivos después de ser recolectados por los jumileros, para luego ser introducidos en recipientes de plástico, para que la gente pueda ver que están frescos.

Estos insectos forman parte de antiguas tradiciones en la dieta diaria desde la época prehispánica. Son fuentes de proteínas, asi como otros insectos como las hormigas, moscones y chapulines. Es típico celebrar la Feria del Jumil después de rendirle honor, durante la víspera de el Día de Muertos.

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