El achachairú es una fruta típica de Bolivia que se cultiva en Santa Cruz. Su cultivo se ha extendido en países como Australia. Se el conoce también como achacha y goza de mucha popularidad.

Su nombre en guaraní significa "beso de miel", es conocida por su toque dulce y ácido ya que presenta un equilibrio entre las dos, dándole un sabor muy inusual y que al consumirlo por primera vez resulta exquisita.

El árbol tiene una altura de unos 6 o 7 metros cuando son jóvenes, pero cuando llegan a la adultez miden entre 8 a 10 metros, con un tronco recto, un color negro y liso con ramas horizontales.

Su tallo es monopodial (con un eje central y con ramas secundarias), mide de 26 a 35 cm de diámetro y de un color marrón oscuro. Cuando se encuentra en la sombra llega a tener un tamaño más grande, con un tallo con menos diámetro y con unas ramas separadas.

El fruto es una baya caracterizada por tener un color dorado muy llamativo. Tiene una forma globosa, con un peso promedio de 50 gramos.

El achachairú fue descubierto por Carlos Linneo en el año 1753, considerado familia del madroño (Garcinia madruno) y del mangostán (Garcinia mangostana). Pertenece al reino Plantae, Clase Magnoliopsida y género garcinia.

Tiene un alto contenido de antioxidantes, los cuales al unirse con el ácido fólico forman las hematies ( que son los globulos rojos), la vitamina C que ayuda a la regulación de la sangre, al desarrollo del potasio que es importante para los huesos y músculos.

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