Juliane Kopcke (1954) de pequeña se familiarizó con los seres vivos y el cuidado de los mismos. Al cumplir los catorce, acompañó a sus padres a la estación biológica de nombre Panguana, espacio natural en el que exploraban de cerca el bosque lluvioso tropical.

Rápidamente se adaptó al ritmo de vida de sus padres, quienes por su trabajo tenían que realizar viajes frecuentes. En uno de los vuelos programados, acompañó a su madre en la ruta de Lima a Pucallpa, abordando un avión de la compañía Líneas Aéreas Nacionales (LANSA) vuelo 508.

Más de 90 personas se encontraban ansiosas de pisar tierra, lo que parecía ser un desplazamiento ordinario, terminó en tragedia cuando se adentraron a una nube oscura en la víspera de Navidad de 1971.

En un abrir y cerrar de ojos, se encontró volando por los aires sujetada a su asiento. Era solo ella y el sonido del viento. Desde lo alto, a más de 3 mil metros, anticipó lo que ocurriría, su cuerpo se iba a estrellar y morir instantáneamente.

No recuerda lo que pasó, perdió la conciencia y cuando despertó, al día siguiente, en lo único que pensó fue en que era sobreviviente del accidente.

Tras casi dos semanas de encontrarse sola en el Amazonas, no tenía la fuerza para continuar, por lo que se recostó en la orilla de un río. Unos pescadores la encontraron, la curaron y le proporcionaron alimentos.

Actualmente vive en Munich. Estudió zoología y biología y se desempeña como bibliotecaria en la Colección zoológica del Estado de Baviera.

Más información: es.wikipedia.org