La moringa es un árbol originario de la India, llega a medir hasta 10 metros de alto, actualmente también se cultiva en Asia, América, África y Europa, es utilizada desde años como planta medicinal, en infusiones e incluso con el mate, para tratar algún problema de los órganos vitales.

La moringa es conocida como “el árbol de la vida”, también “el árbol milagroso”, porque su contenido de proteínas, vitaminas y minerales es sobresaliente. Sus hojas son comestibles y muy ricas en proteínas, con un perfil de aminoácidos esenciales muy balanceado. Al mismo tiempo, contienen vitaminas, principalmente A y C, en altas cantidades, así como potentes antioxidantes.

La FAO y la Organización Mundial de la Salud la recomiendan como alimento de primer orden en el mundo, un superalimento que puede complementar muchos de los nutrientes que nos suelen faltar en la alimentación diaria.

Hay más de 46 antioxidantes y 36 antiinflamatorios de origen natural en la planta. La hoja mantiene su color verde, olor y sabor. Cuanto más verde se mantiene la hoja seca, más nutritiva y saludable.

El 40% de sus hojas contiene proteína y tiene cuatro veces más calcio que la leche de vaca y 4 veces más vitamina A que la zanahoria.

En medicina natural se confieren propiedades como analgésico, antiinflamatorio, cicatrizante, puede coadyuvar en la reducción de niveles de azúcar, problemas de gastritis y estreñimiento, entre otros.

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