El alfabeto árabe, también conocido como alifato, forma un conjunto de 28 signos. Aunque su aspecto es muy distinto del hebreo o el siriaco, forma con éstos el grupo de alfabetos semitas, un tronco derivado directamente del conjunto fenicio. Como éstos, se escribe de derecha a izquierda.

La escritura árabe actual data del siglo IV y recibe el nombre de nasji para diferenciarla de la primitiva escritura más redondeada llamada cúfica, de Kufa. Es una escritura ligada y cursiva, más que una sucesión de caracteres individuales. Además de otras consecuencias, esto implica que la forma de la letra está influida por la posición que ocupa en la palabra.

Se escribe de derecha a izquierda; no tiene mayúsculas y no se permite la división de la palabra a final de renglón; en cambio, es posible alargar los trazos de unión entre letras tanto como se quiera, a fin de que el texto quede alineado. Las consonantes dobles se indican con un tashdid, (un símbolo parecido a la 'w') sobre la letra en cuestión.

El Corán, el libro más importante del islam, está escrito usando el alfabeto árabe. Además del idioma árabe, hay varias lenguas que usan este mismo alfabeto, entre las cuales se incluyen el urdu y el persa; el turco se escribía con alifato hasta las reformas de Kemal Atatürk en la década de 1920. Este fue reincorporado oficialmente por el gobierno turco de Erdogan en el año 2014, aunque solo para el ámbito religioso.

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