La lluvia de estrellas o lluvia de meteoritos de las Líridas, que parecen proceder de la constelación de la Lira, se puede observar habitualmente cada año entre el 16 y 26 de abril. Puede verse una cada 10 o 15 minutos.

Los cometas, en su órbita alrededor del Sol, dejan a su paso una estela de hielo, polvo y rocas. La Tierra, en su recorrido anual alrededor de la estrella, cruza estas nubes de pequeñísimas partículas, llamadas meteoroides. Cuando estos atraviesan la atmósfera terrestre, se produce una intensa fricción que origina los espectaculares trazos luminosos que vemos surcando el cielo.

Durante estos días, se atraviesa la nube de partículas que el cometa Thatcher (C/1861 G1) dejó tras de sí en su última visita al perigeo terrestre, en 1861.

A lo largo del año puede haber hasta 50 lluvias de meteoros, pero las más significativas son las Cuadrántidas, las Perseidas y las Gemínidas.

Las lluvias de meteoros reciben sus nombres de la constelación de la que parece que emanan. Las Líridas se llaman así porque su radiante (el punto del que parecen proceder) se encuentra en la constelación de la Lira, que podremos identificar porque contiene a la estrella Vega, una de las más brillantes del cielo nocturno.

La lluvia suele llegar a su punto máximo alrededor del 22 de abril y la mañana del 23 de abril. El mejor momento para observarlas es a partir de las 22:00 del 22 de abril, cuando la constelación de Lira se levanta sobre el horizonte nordeste.

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