La fiesta inaugural del XVI Mundial realizado en Francia en 1998, fue muy distinta a todas las anteriores. Cuatro muñecos gigantes caminaron por las calles de París, el muñeco azul, Romeo, representaba a Europa, el amarillo, Ho, a Asia; el naranaja, Pablo, a América; y el negro, Moussa, a Africa.

Son los cuatro continentes a los que pertenecían las selecciones que participaron del Mundial, Oceanía no tuvo a ninguna.

Por primera vez en la historia de los Mundiales, la ceremonia inaugural se llevó a cabo en las calles de la ciudad sede y no en un estadio. Aunque nadie dudó de la originalidad de la fiesta y de la hermosura de París, el espectáculo recogió comentarios tanto positivos como negativos.

Los muñecos gigantes medían 20 mts cada uno y pesaban 30 Tn. Estaban ubicados en el Puente Nuevo, en el Arco de Triunfo y en el Campo de Marte. Una semana antes, para que los muñecos pudieran pasar, se sacaron 72 semáforos.

Fueron avanzando durante tres horas por la ciudad para recorrer los 20 km que los separaban de la Place de la Concorde, donde los esperaban 6.000 invitados, 80.000 personas y 5.000 artistas. Todo pasó un día antes del partido inaugural del mundial: Brasil frente a Escocia.

La ceremonia se preparó durante 2 años y costó 8 millones de dólares.

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