A diferencia de otros deportes de raqueta (como el tenis) en el bádminton no se juega con pelota, sino con un volante.

Un volante, gallito o pluma (casi siempre se llama pluma) es un proyectil que tiene una forma cónica abierta: el cono está formado por dieciséis plumas insertadas alrededor de una base de corcho semiesférica cubierto de una capa delgada de cuero. El volante debe pesar entre 4,74 y 5,5 g, las plumas tienen que ser de 6 cm de longitud, y la base de corcho debe tener 25 a 28 mm de diámetro.

Las plumas pueden ser de dos tipos, naturales de pluma de ganso o sintéticos de plástico-nylon. Las primeras se utilizan para competiciones de cierto nivel y su característica principal radica en la precisión y calidad que los golpes adquieren con este tipo de volante, pero tienen un mayor costo y de menor duración. Las últimas son de material sintético que simula a la pluma, permitiendo una mayor duración así como un costo económico mucho más reducido, este tipo de pluma son recomendables para la iniciación en el bádminton.

En el bádminton, los jugadores deben golpear con sus raquetas el volante para que este cruce la pista por encima de la red y caiga en el sector oponente. El punto finaliza cuando el volante toca el suelo, después de sobrepasar la red.

El bádminton es, desde los Juegos Olímpicos de Barcelona (1992), un deporte olímpico en cinco modalidades: individuales masculino y femenino, dobles masculino y femenino y dobles mixto.

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