El colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo. Es la molécula proteica más abundante en los vertebrados y se calcula que una de cada cuatro proteínas del cuerpo es colágeno, el 7% de la masa corporal del ser humano.

Existen más de 19 tipos de colágeno, que dependen del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se combine, por lo que no es considerado como una proteína única, sino como una familia de moléculas relacionadas pero diferentes entre sí.

Se encarga de unir los tejidos conectivos, músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos. Actúa como un elemento de sostén que permite mantener unido el conjunto del cuerpo. Su función consiste en la formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo; por lo que es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.

La fibra de colágeno tiene la capacidad de mezclarse con muchos tipos de sustancias y minerales: en el caso de los huesos, la combinación del colágeno con cristales de calcio permite la formación de una estructura dura y rígida; en la piel, se mezcla con la elastina y la estructura resultante tiene forma de red; en el caso de los cartílagos, se combina también con elastina y con otro tipo de sustancias y forma un gel que absorbe los impactos producidos por los movimientos de las articulaciones.

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