La Monja Blanca, símbolo de belleza, arte y paz, fue declarada flor nacional de Guatemala el 11 de febrero de 1934 durante el gobierno del general Jorge Ubico. Su nombre científico es Lycaste virginalis y forma parte de las 35 mil especies de orquídeas que se encuentran en los bosques de las Verapaces.

En el centro de la flor, un pequeño tallo semeja una monja que está rezando, y al ser blanco su color, fue bautizada como Monja Blanca por los españoles durante la conquista en 1524.

Los mayas la llamaban Sak Ijix y la consideraban una princesa que, por su belleza, fue convertida en flor.

La Moja Blanca por crecer encima de otras plantas se le llama epífita (epi-encima fitòn-planta), y aunque su número se ha reducido por la destrucción de su hábitat natural, desde el año de 1946, durante el gobierno de Juan José Arévalo, se prohibió la recolección y exportación de esta especie para promover su conservación.

El Sancuanjoche es la flor nacional de Nicaragua, también llamada flor de mayo, se caracteriza por su color blanco hueso con centro amarillo.

La Mariposa es la flor nacional de Cuba, su blancura representa la pureza de los ideales de independencia y la paz. Su belleza se asocia a la gracia y hermosura de la mujer cubana.

El Espíritu Santo, flor nacional de Panamá, pertenece a la familia de las orquídeas, es de color blanco marfil, con manchas o pintas de color púrpura y la antera y pistilo de color amarillo. Tiene una deliciosa fragancia.

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