Gea era la personificación de esta Diosa Madre, una deidad primordial ancestral que dio origen a la existencia de la tierra. Los romanos la adoptaron como Tellus Mater o Terra Mater pero fue más conocida como Gaia.

Hesíodo cuenta en su Teogonía que Gea surgió tras el Caos, aquel estado primitivo de existencia, para luego, ella sola, engendrar a Urano (el Cielo), y a Ponto, el mar. Gaia se unió con Urano para dar a luz a los Titanes y entre ellos estaba Cronos, el tiempo, el más astuto y terrible de sus hijos. También engendró a los Cíclopes, gigantes deformes de un solo ojo, y a los Hecatónqueros, de cien brazos y cincuenta cabezas.

En el arte griego, Gea era representada como una mujer entrada en años y a menudo dando el bebé Erictonio (un futuro rey de Atenas) a Atenea para que ésta lo criase. También se la puede ver como una mujer reclinada sobre la tierra rodeada de dioses infantes de los frutos de la tierra. Con el tiempo, Gea se convirtió en la madre universal y se la consideraba además inspiradora de muchos oráculos, poseedora de los secretos de los Destinos, cuyas predicciones eran más antiguas y seguras que las de Apolo.

Más información: es.wikipedia.org