Construido entre 1881 y 1884, el viaducto francés de Garabit se proclamó de manera automática como el puente en arco más largo del mundo, hasta que ese título le fue arrebatado por el puente de Don Luis I, en Oporto, dos años más tarde.

El viaducto de Garabit tuvo al frente de su construcción al famoso Alexandre Gustave Eiffel, quien unos años después se convertiría en mundialmente conocido por diseñar la Torre Eiffel, en colaboración con su equipo de ingenieros Maurice Koechlin y León Boyer. Su construcción fue ordenada por el Gobierno francés en 1879 para formar parte de la línea de ferrocarril Marvejols-Neussarguessiendo.

Es un puente en arco de hierro dulce de 565 metros de longitud situado a una altura de 122 metros sobre el río Truyère. La estructura del puente es una celosía de hierro dulce dividida en siete vanos distintos, mientras que las uniones con el terreno a uno y otro lado están realizadas por unos arcos de sillería.

El arco central cuenta con una luz de 165 metros, siendo también el puente en arco de mayor luz del mundo en el momento de su levantamiento. Se estima que se usaron 3.300 toneladas de hierro para su construcción.

El precio de construcción del viaducto de Garabit ascendió a la suma de 3 100 000 francos de la época convirtiéndolo en una de las obras más caras por su tipo. Actualmente, el viaducto de Garabit forma parte del Patrimonio Nacional de Francia y por él solamente circula un tren al día

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