El gallo al vino o el Coq au vin, es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía francesa. Decía Alejandro Dumas en su póstumo "Diccionario de cocina" que el gallo era el más orgulloso, el más vigilante y valiente de todos los animales; quizás por esto sea un símbolo nacional para los franceses .

El plato tiene un origen legendario ligado con la batalla de Alesia, en la que Julio César derrotó definitivamente a Vercingétorix el gobernante de los galos, entoces el vencido hizo llegar a César un hermoso ejemplar del símbolo galo: un gallo. César respondió guisándo con vino y le invito a saborearlo. Al parecer a los galos les gustó.

Para elaborar este plato hay que saltear el gallo, perfectamente cortado y limpio, con unos trozos de tocino, entreverando cebollas y zanahorias en una mezcla de aceite, se flamea con dos cucharadas de coñac y cuando el fuego se extiende se echa el vino. Dos botellas de tinto.

Cuando le falte poco al guiso se añaden los champiñones, elegidos entre los más pequeños. Se agrega a la salsa una mezcla de harina y mantequilla; se le da el último hervor de seis minutos y se lleva echando humo a la mesa.

Francia es un país con gran herencia cultural en todos los sentidos y la gastronomía no es la excepción. El país tiene una cocina que es una de las más tradicionales en el mundo.

La sopa de cebolla es un plato sabroso reconfortante en invierno. Las Ancas de rana y el Buey a la Borgoñona son también populares en Francia.

Más información: es.wikipedia.org