En la historia de Japón, los ninjas o shinobi eran un grupo de mercenarios​ entrenados especialmente en formas no ortodoxas de hacer la guerra, en las que se incluía el asesinato,​ espionaje, sabotaje, reconocimiento y guerra de guerrillas, con el afán de desestabilizar al ejército enemigo, obtener información vital de la posición de sus tropas o lograr una ventaja importante que pudiera ser decisiva en el campo de batalla.

Los ninjas fueron tan temidos como utilizados por los líderes militares debido a que su naturaleza era totalmente contraria a los ideales del samurái.​ En el caso de los samuráis, el «daimyō» no podría exponerlos a trabajos como el espionaje o asesinatos encubiertos, debido a que si eran descubiertos su reputación quedaría destrozada. Por ese motivo preferían contratar a ninja, los cuales procedían generalmente de clases sociales bajas, para que realizaran ese tipo de trabajos.

Los orígenes de los shinobi, otra palabra utilizada para referirse a este grupo militar,​ son inciertos, aunque su antecedente más preciso se encuentra en el siglo VI​ y no es hasta el siglo XV cuando se pueden identificar plenamente sus actividades y características. Al igual que los samuráis, tuvieron su momento cumbre durante el período Sengoku (1467-1568) de la historia de Japón, una etapa de gran inestabilidad y conflictos bélicos por la lucha del poder interna del país.

Más información: es.wikipedia.org