La fibra de carbono es un material sintético compuesto por un entramado de miles de filamentos de un polímero rico en carbono (poliacrilonitrilo). Los filamentos tienen un grosor de 5 a 10 μm, mucho más delgados que un cabello humano, que tiene unos 80 µm.

Esta fibra, es cinco veces mas resistente que el acero, y el doble de rígida. Pero es realmente ligera, con un peso comparable al de la madera o el plástico. Conduce la electricidad, pero aisla bien frente a cambios térmicos y agentes químicos. También cuenta con alta elasticidad, lo que permite su uso en la fabricación de todo tipo de piezas, artículos y componentes.

La historia de la fibra de carbono comienza en 1879, cuando Thomas Edison horneó hebras de algodón y bambú, carbonizándolas en un hilo (método de pirólisis), de bajo rendimiento pero suficiente resistencia para ser usado en incandescencia. En 1958, se dio paso a lo que se conocía como fibras de carbono de alto rendimiento, si bien estas fibras solo contenían un 20% de carbono. En la década de los 70 se desarrolló un nuevo proceso de fabricación que lograba un 85% de carbono, consiguiendo una elasticidad similar a la fibra del siglo XXI.

La fabricación comienza realizando largos hilos de fibras, que se calientan en ausencia de oxígeno, para que no se quemen. Luego hay que tratarlo y dimensionarlo. El proceso de producción es largo y complicado, dependiendo de la calidad buscada, puede tardar semanas o meses. De ahí que el coste de la fibra sea elevado.

Más información: www.fibradecarbono.site