El insomnio es un trastorno del sueño que se manifiesta como dificultad para conciliar el sueño, despertar varias veces en mitad de la noche, o por la mañana pero antes antes de lo previsto. Puede ser debido a una gran variedad de cuadros clínicos. Cuando es crónico y severo, el paciente lo vive como una enfermedad en sí misma, y todos los demás síntomas son consecuencia de este insomnio.

Solo un médico experto en la materia puede determinar la causa. Factores que predisponen a padecer insomnio: el propio proceso de envejecimiento, condiciones de salud física y mental, consumo de medicamentos... pero uno de los principales es el factor psicológico. Se sabe que el insomnio guarda estrecha relación con circunstancias que interpretamos como estresantes, especialmente las mantenidas en el tiempo. El hecho en sí mismo de no dormir bien incita una serie de pensamientos y comportamientos alrededor del problema que provocan un agravamiento progresivo, además, se acompaña de síntomas diurnos de cansancio, fatiga, irritabilidad, etc. Por todo ello se puede decir que el insomnio genera estrés, y a su vez el estrés genera insomnio.

La calidad de vida de quien sufre insomnio crónico se ve afectada, repercutiendo en una menor participación de actividades familiares, laborales y sociales. Es una de las causas de absentismo laboral debido a baja por enfermedad.

Acudir a una unidad de sueño dirigida por profesionales especializados es lo más recomendable para tratar este trastorno.

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