Un parapente es un aerodeslizador ultraliviano, que consta de un ala de estructura no rígida o blanda, llamada vela o velamen, construida de tela sintética denominada Rip Stop.

Esta se une con el arnés o silla por medio de finas cuerdas de material también sintético llamadas suspentes o cordinos, que terminan su ramificación en unos maillones que las unen a un juego de 2, 3, o 4 cintas por lado llamadas bandas (que se diferencian entre ellas como A, B, C, etc. comenzando por las delanteras). Estas a su vez se unifican en dos anclajes (izquierdo y derecho) que se unen finalmente al arnés por medio de un par de mosquetones.

En lo que respecta a su funcionamiento básico, se despega y aterriza sobre las piernas del piloto y se controla por medio de un par de mandos (izquierdo y derecho), llamados frenos, que actúan doblando hacia abajo el borde trasero de la vela, modificando de esta forma el perfil aerodinámico de la misma. Al control de los mandos se puede sumar el efecto producido al modificar la carga alar del ala en distintas zonas de la misma, esto es inclinando el cuerpo hacia los costados.

También se conoce como parapente al deporte practicado con este artefacto, nacido a finales del siglo XX por la inventiva de montañeros que querían bajar volando mediante un paracaídas desde las cimas que habían ascendido.

La palabra parapente proviene del francés, siendo un acrónimo de 'parachute', paracaídas, y 'pente', pendiente.

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