La córnea es la capa externa frontal del ojo. Es transparente y curvilínea. Sirve para enfocar y como defensa frente a traumatismos e infecciones. Hay muchas enfermedades que afectan a la córnea, destacando las siguientes.

Opacidad corneal: pérdida en la transparencia de la córnea que puede producirse por traumatismos, inflamación o por causas hereditarias.

Conjuntivitis: infección de la conjuntiva (la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados), pero puede extenderse y afectar también a la córnea.

Blefaritis: inflamación del borde de los párpados, por disfunción de las glándulas de Meibomio, encargadas de lubricar la superficie del ojo y evitar la evaporización de la lágrima. Implica por tanto una mala hidratación de la córnea.

Úlceras corneales: discontinuidad en superficie corneal, generalmente producida por infección.

Queratitis: inflamación corneal cuyas causas pueden darse por sequedad, infecciones víricas o bacterianas, excesiva exposición solar, etc.

Síndrome del ojo seco: incapacidad del sistema lagrimal para mantener lubricada y protegida la superficie ocular, incluida la córnea.

Pterigion o Palmera: crecimiento anómalo de la conjuntiva que puede llegar a cubrir la córnea.

Queratocono: alteración de la forma corneal por problemas de colágeno.

Defectos refractivos: miopía, hipermetropía y astigmatismo suelen deberse a una curvatura alterada de la córnea.

Nota aclaratoria: las cataratas afectan al cristalino, no a la córnea.

Más información: www.oftalvist.es