El snooker es una modalidad británica de billar para dos jugadores, practicada en una mesa más grande que la del billar americano (3,6 metros de largo por 1,8 metros de ancho). Requiere 22 bolas: una blanca para impulsar al resto, 15 rojas (1 punto), una amarilla (2 puntos), una verde (3 puntos), una marrón (4 puntos), una azul (5 puntos), una rosa (6 puntos) y una negra (7 puntos).

Los jugadores deben embocar sucesivamente en las troneras una bola roja y otra de color, siendo esta última repuesta mientras queden rojas en la mesa.​ Cuando ya no queden más rojas, las bolas de color deben meterse en su orden de puntuación.​ Cada acierto suma puntos al marcador; pero si se dejan de embocar o se comete falta, se pierde el turno. Gana la partida el jugador que más tandas (frames) gane.

El snooker fue inventado en el siglo XIX por los militares del Ejército Británico destinados en el Raj, y posteriormente se exportó a Inglaterra.​

El nombre de este deporte significa "entrampado" o "estar en aprietos", y es debido a su jugada más bella y estratégica: cuando el jugador cede el turno emplazando la bola blanca en una posición tal que su rival no ve línea recta entre ella y el objetivo, por interposición de otra bola de color. A esto se le llama "situación de snooker".

El torneo más importante es el Campeonato del Mundo, celebrado cada año en Sheffield desde 1927. El snooker nunca fue deporte olímpico, pero sí formó parte de los Juegos Paralímpicos desde 1960 hasta 1988.

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