Se trata de la estatua llamada ‘Nacimiento de un Nuevo Mundo’ y que forma parte de un proyecto turístico que se desarrolla en el municipio de Arecibo, al norte de Puerto Rico.

En 1998, tras ser comprada por un político, fue llevada a Puerto Rico, sin embargo por la falta de fondos y permisos para armarla se abandonó la idea de construirla. Desde entonces, sus piezas estuvieron almacenadas en diferentes lugares del país hasta que en 2010 fue adquirida por el empresario José González Freyre.

La obra fue hecha por el escultor ruso Zurab Tsereteli, tiene un peso de 6.500 toneladas y según González Freyre requirió de aproximadamente 500 trabajadores para ponerla en pie. “El artista es un ser formidable, un hombre de un corazón muy grande, él es embajador de la buena voluntad de la ONU y pasa llevando su arte por todo el mundo”.

La obra requirió una inversión de 20 millones de dólares y, más de tres años de trabajo . La misma consta de 2.500 piezas de acero, bronce y cobre. Su altura es superior a la Estatua de la Libertad de la ciudad de Nueva York y la del Cristo Corcorvado de Brasil.

En principio, Tsereteli había diseñado su monumento para que se instalase en Estados Unidos en el año 1992, coincidiendo con los actos de celebración del quinto centenario del Descubrimiento de América. Pero los Estados Unidos rechazaron su instalación porque su altura, 126 metros, podía oscurecer a la Estatua de la Libertad y sus 93 metros.

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