La pintura que lleva por nombre: "El entierro del Conde de Orgaz". Fue pintada por El Greco. Es un óleo de 4.80 x 3.60 metros, pintado para la Iglesia de Santo Tomé en Toledo, España, donde se encuentra actualmente.

Esta pintura representa una leyenda popular, que afirma que San Agustín y San Esteban, descendieron del cielo para ayudar en el entierro de Don Gonzalo Ruíz, un nativo de Toledo, conocido por su filantropía y su piedad para ayudar a los necesitados de su lugar de origen, el cual después de su muerte se hizo conocido como el Conde de Orgaz.

La pintura está dividida en dos secciones claramente visibles. La sección inferior representa el entierro milagroso del Conde, el cual es acompañado por muchas personas. La parte superior, representa el mundo espiritual, esperando recibir al hombre piadoso en el cielo, con la presencia de Dios y los ángeles.

Está obra es un gran ejemplo del talento de El Greco ya que contiene una gran cantidad de retratos con rostros delineados y todos diferentes el uno del otro y a la vez representa una experiencia visionaria con la presencia celestial, que surge de la viva imaginación del pintor.

Los críticos de arte, opinan que es la reunión de todos los atributos del genio de la pintura que fue El Greco.

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