El plasma es un líquido transparente y ligeramente amarillento que representa el 55 % del volumen total de sangre, siendo la fracción acelular de esta. Se obtiene al dejar a la sangre desprovista de células como los glóbulos rojos y los glóbulos blancos.

Está compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas, y el 3 % restante por grasa, glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno, además de productos de desecho del metabolismo como el ácido úrico. A estos se les pueden añadir otros compuestos como las sales y la urea.

Dentro de las proteínas que posee, gran cantidad de ellas son muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Se destacan las siguientes:

- Las inmunoglobulinas, defensas que nos protegen de las infecciones.

- Los factores de coagulación, que son responsables, junto con las plaquetas, de detener el sangrado cuando nos cortamos.

- La albúmina, una proteína que transporta hormonas y fármacos y los lleva hasta los tejidos.

Los componentes del plasma se forman en varias partes del organismo. En el hígado se sintetizan todas las proteínas plasmáticas salvo las inmunoglobulinas, que son producto de síntesis de las células plasmáticas. Las glándulas endocrinas secretan sus hormonas correspondientes hacia la sangre. El riñón mantiene constante la concentración de agua y solutos salinos. Los lípidos son aportados por los colectores linfáticos. Otras sustancias son introducidas por absorción intestinal.

Más información: donarsang.gencat.cat