Esón, padre de Jasón, había sido despojado del trono de Yolco, ciudad de Tesalia, por su hermano Pelias. Cuando Jasón llegó a la edad varonil reclamó a su tío el poder que legítimamente le pertenecía.

Como condición para acceder a esta petición Pelias exigió la entrega del Vellocino de Oro que Etes había consagrado a Ares y que estaba guardado por un dragón. Por consejo de Atenea, Jasón solicitó la ayuda de Argos el cual construyó el navío que lo llevó a la Cólquida y por cuyo motivo se llamó la nave Argos.

En la Cólquida, situada al pie del Cáucaso, vivía el poderoso rey Etes, que era hijo del Sol y hermano de Circe, la maga.

Cuando los Argonautas desembarcaron en la playa, Jasón comprendió que le sería casi imposible abordar de manera directa al dragón que custodiaba al Vellocino de Oro. Y como sabía que éste dependía del rey Etes, se hizo anunciar en la corte.

El rey Etes, luego de oir la petición le ordenó superar una prueba: debería domesticar dos bueyes gigantes que tenían las patas de plata y la boca rebosante de llamas. Después de haberlos domado, debía trabajar con ellos cuatro jornales de terreno salvaje e inculto. Luego sembrar en el campo labrado dientes de dragón. De ellos nacerían millares de gigantes, que apenas salidos de la tierra, debía matarlos a todos.

Gracias a la ayuda de Medea, que era una hábil hechicera, Jasón logró hacerse al fin con el preciado Vellocino de Oro y partió rumbo hacia Yolcos, llevando a bordo el Vellocino de oro y a Medea.

Más información: es.wikipedia.org